miércoles, 13 de agosto de 2014

De la no proporcionalidad y el ventajismo electoral

La lucha de la llamada oposición se ha reducido a confrontar a dos seudo líderes (Capriles y López) huérfanos de capacidad autocrítica y sentido de oportunidad. El primero sugiere la inacción hasta el 2019, y el segundo medidas tremebundas que no cuentan, afortunadamente, con el apoyo necesario. Sin embargo, hay quienes creemos que la oposición cuenta con medidas cuya aplicación contaría con la inmediatez del proceso electoral del 2015 y con el apoyo de tirios y troyanos opositores, y hasta de algunos electores trajeados de rojo. Nos referimos a la exigencia de la proporcionalidad de los resultados electorales en aquellas elecciones colegiadas como debería ocurrir en las elecciones del 2015.

En su artículo 63 la Constitución establece: “…La ley garantizará el principio de la personalización del sufragio y la representación proporcional” Durante las elecciones del 2010 para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional se evidenciaron los efectos negativos del irrespeto a la proporcionalidad exigida por la Constitución, respeto que ahora cobra mayor relevancia y urgencia dada la proximidad de las elecciones del 2015. Varios autores han alertado acerca de la inconveniencia (ausencia de procesos democráticos) de estas elecciones sin haber restaurado la vigencia de la proporcionalidad electoral. Entre otros destacan: Luis Fuenmayor Toro, quien en varios trabajos y en opinión muy documentada ha insistido sobre el tema; y Luis Lander quien ha abordado el tema desde la óptica de la reforma de toda la legislación electoral.

Restaurar la proporcionalidad de los resultados electorales debería ser el propósito de todo quien pretenda la democratización de los mismos, es decir, tanto de opositores como de oficialistas; mas no es así, porque a la proporcionalidad le ocurre algo parecido a lo que le ocurrió a la Policía Militar gringa durante la II Guerra Mundial, cuyo comandante, al ser interpelado sobre el porqué este cuerpo tuvo, relativamente, la mayor cantidad de bajas; respondió que era porque ¡tenían enemigos en ambos bandos! La oposición tipo MUD y el chavismo tipo Chávez nunca han querido saber nada de democracia ni de proporcionalidad porque ambos se han beneficiado de su ausencia, en aras de una antidemocrática polarización; por eso este principio constitucional también tiene enemigos en ambos bandos.

La ausencia de proporcionalidad beneficia a los contendores poderosos; se aplica el “efecto Mateo” (1), quien tiene mucho se le dará más y quien tiene poco se le quitará lo poco que tiene; de este modo Chávez controlaba la provincia que le garantizaba casi la totalidad de los cargos, mientras que la MUD controlaba las grandes ciudades, con menos cargos aunque con más votos. De ese modo se explica la paradoja electoral del 2010: fueron más los que votaron contra Chávez, pero éste ganó. La lucha por el rescate de la proporcionalidad es una buena oportunidad para desagraviar a la Constitución y sincerar el mapa electoral.

También es una buena oportunidad para quebrar las hegemonías chavista y “mudista” y darle cabida en el juego electoral a esas minorías antaño calificadas como “chiripero” pero cuyo respeto y reconocimiento es la base de la democracia. Sería interesante que alguien con poder de audiencia pudiera emplazar públicamente al Psuv y a los jirones de la MUD a opinar sobre lo que piensan al respecto.


(    1)    Por la prédica del apóstol Mateo en el Nuevo Testamento.

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