lunes, 8 de julio de 2013

¡Este sí es fresco!

El señor Canciller advirtió a la oposición que si “desbordan el marco de la legalidad democrática desarrollando una aventura golpista, propiciando una intervención extranjera, ejecutando un plan de magnicidio en contra de Maduro, o de masacre contra el pueblo no nos quedaría otro derecho que ejercer la rebelión total y profunda” (discurso de Jaua el 5 de lulio). Se le debe recordar al señor ministro que no hay motivo para tal preocupación porque la oposición que tenemos no se saldrá del guión de contendor electoral sumiso y, aunque quisiera salirse, no lo podría hacer por falta de recursos pues  todos fueron invertidos en la compra de los 18 aviones de guerra que nos vendió José Vicente.

Sin embargo, no deja de ser curioso que lo que el chavismo endilga a la oposición como posibilidad haya sido, en algunas de sus partes, una exitosa práctica del gobierno “socialista”. ¿Quiénes han desbordado el marco de la legalidad democrática? Los que modificaron la Constitución para, de manera ventajista, perpetuarse en el poder; conculcaron los poderes públicos para lo mismo; y  violaron la Constitución durante la sucesión del Presidente Chávez para otro tanto. Golpes certeros a la legalidad democrática. Y en cuanto a propiciar una intervención extranjera, tenemos entendido que ya se ha llevado a cabo por parte de la república de Cuba, con el agravante de que es una invasión aplaudida y subsidiada por el chavismo.

Pero estas no son puras bravatas de funcionarios que pretenden ser tomados en cuenta a la hora de dibujar el liderazgo post chavista; la rebelión total y profunda siempre ha sido el objetivo último de la revolución socialista, y lo tratarán de alcanzar de cualquier manera. Lo de Jaua no es más que un listado de pretextos que, si se da alguno de ellos, se tendría la excusa para acelerar el proceso de Rebelión Total. ¿Quién juzgaría el cumplimiento de la falta? Los mismos que desde hace rato las vienen practicando, los cuales, a falta de que la oposición “pise el peine” pueden crearla  para justificar el abuso que en política suelen llamar el síndrome del “Maine”, barco de guerra estadounidense que fue hundido por ellos mismos para justificar la guerra con España.

La amenaza también servirá para recordarle a la oposición que si gana o se acerca mucho esto será considerado como un acto hostil, es decir, como uno de los pretextos de Jaua que configuraría una conspiración que podría culminar en un desborde de la legalidad democrática y la activación de la rebelión total.  Lo peor es que hay gente de la oposición que en aras de la “paz” y el “diálogo” ya han iniciado su mea culpa por haberse atrevido a molestar al oficialismo en la última elección presidencial. 

Pero si tú eres de quienes se la pasa preguntando si vale la pena votar porque no te aseguran la derrota del Gobierno, entonces el  ocho de diciembre tienes la gran oportunidad de cambiarlo porque si Maduro pierde o se le late en la cueva se verá obligado a cambiar, a pesar de la MUD, Capriles y él mismo porque en las próximas elecciones hay un solo candidato de oposición: el indignado, y ese eres tú. Arréchate y vota el 8-D.  


César Villarroel Castillo

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